Juan Luis es uno de los establecimientos emblematicos de la gastronomia tarifeña, aunque su especialidad no era el mar, su alma mater supo ponerlo entre los indispensables de la Comarca y de la Provincia, hoy el Sabio de Tarifa, como lo ha definido El Pais, ha muerto de una larga enfermedad. El empresario hostelero gaditano Juan Luis Muñoz Alonso, conocido tambien por sus intervenciones en programas como El Vagamundo y Los ratones coloraos tenía tres hijos. Padecía una dolencia desde hace años que no ha podido superar.

Juan Luis nació en la localidad tarifeña en 1943 y se dedicó desde el campo, donde llegó a criar cerdos, hasta el comercio. En los años sesenta abre el bar El Coto en la calle de la Luz. A finales de esa década monta el local de la calle de San Francisco. La página de Facebook dedicada a El Sabio de Tarifa, donde ya se han empezado a escribir muestras de condolencia, lo describe como una persona con un “humor finísimo de la mejor escuela andaluza”. Su participación en programas de televisión le hicieron pasar de ser un personaje muy conocido en Cádiz a ser reconocido en el resto del país.

Su relato más conocido es el de las Bodas de Caná y bromeaba siempre sobre el cura que lo casó y que murió posteriormente: “En esta vida todo se paga”.

EL NOVIO DEL LEVANTE

Antonio Burgos, el extraordinario escritor, poeta y descriptor gaditano, dedico este texto al fallecido Juan Luis, al que denominó el Novio del Levante:

“En Tarifa está un loco del viento prodigioso, que se llama Juan Luis Muñoz, llamado El Sabio de Tarifa. Yo más bien lo llamaría El Filósofo Eólico. Juan Luis es un enamorado del viento. Hay quien se enamora de una mujer y quien se enamora de un viento. En su comparsa ”Los buscavidas”, Antonio Martín cantó en un pasodoble inolvidable a los dos vientos que, como dos novios, rondan la calle a Cádiz, el poniente y el levante. Juan Luis es el novio del levante. Es la única persona del mundo a la que yo he visto piropear a un viento, como si fuera una mujer. Almorzando un día con él junto a las cristaleras del Hotel Dos Mares (la mare que parió al levante y la mare que parió al poniente), el filósofo eólico se puso a observar el movimiento de las palmeras, el color de la mar, las olas, y entusiasmado me dijo:

– Mira qué levante más guapo está empezando a saltar…”

Descanse en Paz.